Nahuatl
Un Nahual es un elemento del individuo que se considera un vínculo con
lo sagrado, y que por ende es sagrado él mismo. Y se denomina Nahualismo a la capacidad de algunas
personas para transformarse en animales, elementos de la naturaleza o realizar
actos de brujería.
En el ámbito religioso encontramos entre los dioses Náhuatl más
resaltantes a: Tezcatlipoca, su nombre significa espejo que humea, se le considera "El dios del cielo nocturno, la luna y las estrellas, señor del fuego y de la
muerte", es uno de los dioses más importantes y temidos del panteón azteca.
Se representaba con una máscara negra y un espejo en el pecho, considerándoseles
así “hechiceros y maestros en magia negra". A través de la influencia de
estos dioses se dio a conocer el sacrificio humano donde: “Se elegía a un
prisionero joven y bien parecido para una vida de lujuria y placer durante todo
un año, antes de ofrecerlo en sacrificio en el sexto mes ritual, el Tóxcatl; la
víctima, ataviada como Tezcatlipoca, subía a lo alto del templo donde se le
abría el pecho y se le extraía el corazón.”. Quetzalcóatl, significa
serpiente emplumada, representa un símbolo de la muerte y la resurrección, así
como patrono de los sacerdotes.Representa también, la dualidad inherente a la
condición humana. La “serpiente" es cuerpo físico con sus limitaciones y
las "plumas" son los principios espirituales. Lo más importante
de este dios, es que él nació de una mujer mortal de nombre “Chimalman”, pero
presentó el espacio que identificó como un punto de partida en el desarrollo
hacia la Estrella de la Mañana, es decir, hacía el Cielo Decimotercero. Huitzilopochtli, su nombre obtiene un
significado de “Colibrí del Sur” y es uno de los guerreros muertos en el campo
de batalla que, transformado en colibríes, van al paraíso del Sol en el oriente
y así liba la sangre de las flores preciosas que son corazones
humanos de la Guerra Florida. En lo referente a los sacrificios a
estos dioses, eran con la intención de asegurar la lluvia, las cosechas y la
victoria en las guerras. La forma más común de sacrificios practicados por los
Aztecas era la de arrancarle el corazón a un cuerpo vivo y ofrecerlo al Sol. Las
víctimas eran prisioneros capturados en las guerras frecuentes que los Aztecas
tenían contra sus vecinos. Y por último mencionamos a Xipe Totec, “Dios de la primavera”; es la parte masculina del
universo, la región de la juventud y de la aurora, del maíz tierno. Representa
la Renovación, el desprendimiento de lo que ya no es útil, la regeneración de la
naturaleza espiritual en las personas, así como del suelo seco en suelo fértil.
El Dios Xipe Totec daba inicio a los rayos para atraer la lluvia enfocada en el
crecimiento del maíz. Una de sus características más resaltantes es que usaban la
piel de una víctima humana como símbolo de vegetación, ésta representaba la
"nueva piel" que cubría la tierra en la primavera, esto se refleja en
sus estatuas y máscaras de piedra.
En el ámbito literario. La poesía era una de las actividades
especialmente practicada entre la clase noble. Hubo una abundante producción de poesías, de la cual poco ha quedado, debido a que los
historiadores españoles tuvieron mayor interés por otros asuntos. Huexotzingo, Texcoco, Culhuacan eran las
ciudades más renombradas por sus poesías. Ocasionalmente se organizaban
encuentros poéticos en donde hasta se reunían aquellos dirigentes de ciudades
en guerra. El más famoso ocurrió en Huexotzingo en 1490, organizado por Tecayehuatzin,
señor de ese lugar. Detalles de este
encuentro y muchas otras poesías se hallan en varios manuscritos recopilados
después de la Conquista, entre estos encontramos “Cantares mexicanos”, “Manuscrito
de los Romances de los Señores de la Nueva España” y “Manuscrito de Cantares”. Bernardino
de Sahagún menciona que “los mexicas disfrutaban de representaciones
dramáticas, algunas cómicas, otras eróticas, y otras sobre la vida de sus
dioses; estas representaciones se transformaron en los tiempos coloniales con
tonos cristianos-sincréticos dando origen a la danzas de conquista y a las
representaciones de “pastorelas” hasta nuestros días". Existen también documentos
en Náhuatl producidos por los pilli y tlacuilos, como Los anales de
Tlatelolco y el original Náhuatl del Códice Florentino. Los Náhuatl se
caracterizaban por la gran cantidad de recursos literarios, siendo particularmente
importantes los siguientes: Eufonía, partículas reverenciales, metáforas y difrasismo. El Náhuatl se suele distinguir por usar pocos lexemas para construir muchas
palabras, lo cual hace que toda palabra presente una descomposición en raíces,
en su mayoría mono.
En el ámbito musical. Los archivos musicales de México
también dan cuenta en lengua Náhuatl, varios de estos presentes en “Cancionero
Musical de Gaspar Fernandes”. Xochipitzahuac es la canción más popular en el
mundo náhuatl, diciéndose que se comenzó a cantar después de las
apariciones de la Virgen María; actualmente se sigue cantando en honor a la
Virgen de Guadalupe.
En el calendario Azteca encontramos el Tonalpohualli, ciclo de
260 días, con el año solar de 365 días. En cada año había 5 días funestos,
llamados “Nemontemi”, en los cuales no se trabajaba. En el centro
está el dios del Sol, Tonatiuh, rodeado por cuatro secciones cuadradas que
representan las encarnaciones de la divinidad y las cuatro edades anteriores
del mundo. Alrededor del conjunto, unos signos manifiestan los veinte días del
mes azteca. Los aztecas creían que pasados cincuenta y dos años el mundo
acabaría y cuando se acercaban los días, bajo los actos del miedo, daban sacrificios
y ofrendas a sus dioses. En el Museo Nacional de Antropología de México se
encuentra la piedra solar del calendario Azteca, que mide 4 metros de
diámetro y pesa 25 toneladas.
-Maria Belen Goncalvez
09/05/2017
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